Con motivo de la exposición “El Apostolado de la Iglesia Parroquial de Santiago, de José Garnelo y Alda”, los Amigos del Museo Garnelo han editado un libro que trata de recoger algunos aspectos significativos de esta obra magistral, que permanecerá en el patio interior de la Casa de las Aguas del 25 de octubre al 25 de diciembre de 2013. El libro, que cuenta con una tirada inicial de 300 ejemplares, sobresale por su exquisito diseño a cargo de Jesús Rubio, autor también del díptico anunciador de la exposición, y contiene un buen número de ilustraciones. Está impreso en Montilla por Gave Artes Gráficas.
Recoge colaboraciones de Federico Cabello de Alba Hernández, Alcalde de Montilla y Presidente del Museo Garnelo, José Antonio Cerezo, Antonio Luis Jiménez Barranco, Rafael Portero de la Torre y Juan Dobado Fernández que tratan sobre la significación de la obra dentro de la producción artística de Garnelo, los documentos de donación a la Iglesia Parroquial, el programa iconográfico o los detalles técnicos de la restauración que se ha llevado a cabo con motivo de esta exposición excepcional.
José Garnelo, como creyente convencido y como artista consumado, nos dejó con este “Apostolado” de la Iglesia Parroquial de Santiago, que puede ser calificado el mejor de los realizados en el siglo XX y uno de los más destacados de la historia de la pintura española, un sincero y apasionado testimonio de su fe, en un momento histórico comprometido y difícil. Garnelo ejecuta estas obras magistrales en 1929, aunque ya había presentado en 1922 su magnífico “Santiago el Menor” en la Biennale di Venezia.
Las conserva, seguramente en su estudio madrileño, de donde salen para ser exhibidas en la última magna exposición que protagonizó el maestro en vida, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, durante la primavera de 1934. Se trata de una exposición antológica donde Garnelo desvela su “testamento” artístico, nos habla de su pintura y de sus ideas sobre el arte, en una “Autocrítica” publicada en el catálogo de la exposición, que fue excepcionalmente bien recibida por la crítica contemporánea. En ese mismo catálogo, el pintor se refiere al “Apostolado destinado a la Iglesia Parroquial de Santiago de Montilla” y pocos meses más tarde, con ocasión de la boda de su sobrina Josefina Garnelo Gallego, se exhiben, por vez primera, situados en su actual ubicación. José Garnelo que, como expresa inequívocamente en el texto que acompaña al catálogo citado, cree en el valor esencial del “símbolo” y busca la “personalidad espiritual que vive y vivirá en el transcurso de los tiempos”, coloca sus cuadros en las columnas que sostienen el templo, así como los Apóstoles son columnas de la Iglesia, siguiendo ese sentido simbólico tan grato al maestro.
Garnelo ha resuelto con una pincelada brillante cada uno de los apóstoles, dotándolos de vida propia, recurriendo a distintas formas de composición y de iluminación que hace de cada pintura una obra enteramente personal y maestra. A la hora de representar a los doce apóstoles se ha seleccionado a San Pablo en lugar de San Matías, a la vez que éste sustituía a Judas Iscariote. En muchos casos ha tomado modelos directamente del natural o ha buscado inspiración en otras fuentes, recordando que en algunas otras pinturas de Garnelo se inspira en esculturas, como el “San José con el Niño” de colección particular de Córdoba donde reproduce la misma imagen del escultor granadino José Risueño que se conserva en el Museo Victoria y Alberto de Londres.
El repertorio de tipos y rostros en edad madura que desfilan ante sus pinceles lo vemos presente en otras composiciones religiosas conocidas del pintor como en “El milagro de las Tenerías” o “Jesús, Manantial de Amor”. Garnelo es un espléndido pintor del hombre en todas sus facetas y edades como se aprecia en el referido milagro de San Francisco Solano. Diversos temperamentos, estados de ánimo y estudios del natural se unen en esta serie, alcanzando una de las cotas más expresivas de su producción.
Desde 1934 sólo alguno de los apóstoles ha abandonado el templo parroquial para estar presente en determinada muestra de arte religioso. En esta exposición excepcional se podrá admirar el “Apostolado” completo, tras una restauración, limpieza y consolidación de estos alabados lienzos por parte de Rafael Portero de la Torre, en el patio interior de la Casa de las Aguas, sede del Museo Garnelo, entre los días 25 de octubre y 25 de diciembre de 2013.
La restauración del “Apostolado” de José Garnelo era una asignatura pendiente que teníamos los montillanos. El primero que luchó por su conservación, sin gran éxito, fue el arcipreste D. Antonio León, hace cincuenta años, cuando propuso que cada apóstol fuese iluminado por una familia montillana, sin conseguir reunir las doce aportaciones. Más tarde continuó en su labor pero las propias necesidades de la parroquia hicieron que el proyecto se demorase una y otra vez. Es de justicia reconocer la inquietud de D. Antonio –así como la del rector actual del templo- D. José Almedina por la conservación de estas obras de Garnelo que en breve plazo volverán a lucir en las columnas de la Parroquia de Santiago, después de la restauración llevada a cabo por iniciativa de los Amigos del Museo Garnelo. La calidad de las obras que alberga el templo lo convierten en una antesala del Museo Garnelo, de imprescindible visita para conocer en profundidad la pintura de José Garnelo.
Para contribuir a un mejor conocimiento de la obra y de los aspectos técnicos de la intervención, se ha editado un díptico anunciador y un libro que contiene diversas aportaciones sobre el “Apostolado”, por parte de los Amigos del Museo Garnelo, que son también los encargados de la organización de la exposición y han financiado la restauración de los lienzos, con la colaboración del Casino Montillano.
El Museo Garnelo agradece al Obispado y a la Iglesia Parroquial de Santiago el cariño con que han acogido este proyecto y las facilidades para llevarlo a buen término.
Imágenes gentilmente cedidas por http://montillatelevision.com/